miércoles, marzo 05, 2008

Una tarde un famoso y acaudalado abogado dominicano iba en su jeepeta todo terreno rumbo al Cibao cuando vio a dos hombres a la orilla de la carretera comiendo hierba.
Preocupado, ordenó a su numerosa escolta detenerse y bajó a investigar.
Le preguntó a uno de ellos:
¿Por qué están comiendo hierba, compañero?
No tenemos dinero para comida - dijo el pobre hombre -Dizque e pa lante que vamos, pero ya vé, tenemos que comer hierba.
Bueno, entonces vengan a mi casa y yo los alimentaré - dijo el abogado.
Gracias, don, pero tengo esposa y dos piojosos conmigo. Están allí, debajo de aquel árbol.
Que vengan también - dijo el abogado.
Volviéndose al otro pobre hombre le dijo:
Ud. también véngase, mi amigo.
El hombre, con una voz lastimosa dijo:
Pero, Sr., yo también tengo esposa y SEIS hijos conmigo!
Que se vengan ellos también - respondió el abogado.
Entraron todos en la enorme y lujosa jeepeta, lo que no fue fácil, aún para un vehículo tan grande.
Una vez en camino, uno de los pobres tipos miró al abogado y le dijo:
Sr., Ud. es muy bueno. Gracias por llevarnos a todos con Ud.
El abogado le contestó: -¡No hombre, no tenga pena, estoy feliz de hacerlo! Les va a encantar mi casa...

¡La hierba está como de metro y medio de alto!

1 comentario:

El Cacique dijo...

jjajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaj....Hasta yo me crei la supuesta generosidad. jaja, muy bueno.